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Construyendo hogares: los principios de la vida sostenible

La vida sostenible es un concepto que busca adoptar hábitos y  prácticas que reduzcan el impacto negativo de nuestra actividad sobre el  planeta y sus recursos, al mismo tiempo que mejoran nuestra calidad de  vida y la de las generaciones futuras.


Uno de los ámbitos donde la  vida sostenible cobra mayor relevancia es el de la construcción de  hogares. Los edificios son responsables de una gran parte del consumo de  energía, agua y materiales, así como de la generación de residuos y  emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, es necesario diseñar  y construir hogares que sean eficientes, saludables, confortables y  respetuosos con el entorno.


Para lograrlo, existen una serie de  principios que orientan la construcción sostenible, basados en los  cuatro pilares de la vida sostenible: minimizar los desechos, el  aprovechamiento de los recursos naturales, usar inteligentemente el  medio ambiente y garantizar entornos de calidad. Estos principios son:

  • Aprovechamiento  de la tierra y protección de la vida silvestre: se trata de aprovechar  al máximo el espacio disponible, respetando terrenos con alto valor  ecológico o cultural. También implica integrar el hogar con el paisaje,  creando espacios verdes que favorezcan la biodiversidad y los servicios  ecosistémicos.

  • Materiales sostenibles: se basa  en elegir materiales que sean saludables, eficientes y duraderos,  preferiblemente de origen local, reciclado o renovable. También implica  reducir la cantidad de materiales utilizados, mediante el diseño  modular, flexible y adaptable.

  • Transporte  sostenible: se enfoca en promover el uso de medios de transporte bajos  en emisiones de carbono, como la bicicleta o el vehículo eléctrico.  También implica facilitar la movilidad activa y compartida, mediante la  creación de infraestructuras adecuadas.

  • Uso  eficiente de la energía: se orienta a minimizar el consumo de energía,  mediante el aislamiento térmico, la ventilación natural, la iluminación  natural o artificial eficiente y los electrodomésticos de bajo consumo.  También implica aprovechar las fuentes de energía renovable disponibles,  como el sol, el viento o la biomasa.

  • Gestión  responsable de los residuos: se basa en aplicar la regla de las tres  erres: reducir, reutilizar y reciclar. También implica separar  correctamente los residuos para facilitar su reciclaje o tratamiento.

Estos  principios no solo contribuyen a preservar el medio ambiente y los  recursos naturales, sino que también son una oportunidad para crear  hogares que respeten el planeta y mejoren la calidad de vida. Para ello,  se requiere de un compromiso colectivo y de una visión de futuro que  integre los principios de la vida sostenible.

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